Los mejillones se pueden cocinar de muchos modos, yo explico una de las formas en que yo lo hago y quedan bastante ricos, con una salsita suave y gustosa.
Bueno, para empezar podemos ponernos el traje de hombre rana e irnos a la playa y nos metemos en el agua cerca de las rocas a buscar mejillones...pero mejor nos olvidamos de ello y nos vamos a la tienda y compramos un kilito o 2 de mejillones que saldremos ganando tiempo y dinero.
A parte de los mejillones (1 kilito al menos) también necesitamos:
- 1 Bote (400 gr.) de tomate frito
- 1 Cucharada de harina
- 1/2 Cebolla
- Un ratito libre porque si no a ver como leches te pones a cocinar.
- 1 Hoja de laurel
- Cerveza pal cocinero que no se deshidrate mientras los cocina.
- Aceite de oliva virgen
- Recomendable un chorrito de vino blanco (pero si no tenemos no pasa nada y echaremos un vasito de agua) (Si tenemos tampoco pasa nada) (Si creemos que tenemos pero no tenemos tampoco pasa nada) (Si creemos que no tenemos y tenemos 2000 litros, vete a casa que te has colado en unas bodegas)
Una vez limpiados los mejillones (importante siempre lavarlos bien), los ponemos en una cazuela u olla a hervir con un vasito de vino blanco, o de agua sino hay vino, y la hoja de laurel. En recetas similares, también se ponía sal, pero a mi me parece demasiado añadirle sal cuando el sabor de los mejillones ya tiene ese punto saado. Esperamos que se abran y los cerrados los tiramos.
A parte, sofreímos la cebolla cortada en trocitos pequeñitos o triturada, cuando está bastante hecha ponemos la cucharada de harina y removemos, para después añadirle el tomate frito, removemos un poco, añadimos el caldo de la olla los mejillones, y removemos de nuevo, y paramos un poco ya que es un buen momento para echarle otro traguito a la cervecita fresquita. Esta última parte no hacerla demasiadas veces o los mejillones pueden volverse algo borrosos.
A los mejillones le quitamos la parte de cascara sin carne y dejamos la buena, en un plato hondo, bandeja, o lo que nos dé la gana, ocupará menos espacio y no necesitaremos tantos trastos para ir echando las cascaras cuando los vayamos comiendo, y le ponemos por encima la salsita que hemos hecho.
¡Y a comer!
Sencillito y rico. ¡Que aproveche!
saludos .